Nadie viola la justicia general, sino quien, por placer, transgrede los principios de la convivencia humana (así, el robo, la rapiña, el adulterio, el incesto y cosas de este tenor) o la naturaleza (como es el ultraje, el asesinato, el homicidio, el comercio carnal entre hombres o con animales) o la justa medida en acciones permitidas (por ejemplo, azotar a un siervo o a un hijo más de lo justo; comer o beber más de lo normal; yacer con la propia esposa más de lo conveniente; y actos similares). Por ello, se comprende perfectamente que el Espíritu Santo concediese a los hombres como primer don el de lenguas, que fueron instituidas a conveniencia y voluntad de los hombres, y se conocen externamente, mediante los sentidos corporales, con la capacidad auditiva, para mostrar cuán fácilmente puede hacer sabios gracias a la sabiduría de Dios, la cual está dentro de ellos.
1. Item más: la voluntad del Verbo sempiterno es siempre inalterable, porque lo posee todo a un tiempo; en cambio, nuestra voluntad es inestable, porque no lo posee todo a un tiempo: ora queremos esto, ora aquello otro.
2. Item más: así en aquel Verbo estuvo presente todo cuanto se llevó a cabo. Incluso la propia peripecia humana érale conocida. Es como el pintor que desea pintar una casa entera, y planea y examina e lugar en que debe pintarse, pero lo domina todo en su arte, en su planificación y en su voluntad, aunque cada fase la desarrolle según las circunstancias de lugar y tiempo. Así, toda creatura (y el hombre mismo, que iba a ser concebido), místicamente y con un desvelo inenarrable, como personificación de la propia sabiduría, estaba desde siempre presente en la sabiduría misma como una sempiterna obra de arte de Dios, aunque esta sabiduría se manifestase según las circunstancias; sabiduría que se extiende poderosamente desde un extremo al otro, y todo lo dispone con suavidad 1; y que permaneciendo en lo que es, todo lo renueva 2.
3. Cómo desearía la muerte si hubiera llegado a querer morir así. Quien ya posee una fe auténtica y sabe adónde debe llegar, ha progresado ya tal grado que puede abandonar gustosamente esta vida. No es suficiente darse cuenta del fin adonde debe llegar, sino también amado y desear estar allí. Si esta creencia arraiga en el espíritu de una persona, es lógico que muera gustosamente. De modo que algunos, que poseen ya una fe auténtica, vanamente dicen que no quieren morir para así hacer más méritos, cuando en verdad su propio mérito se halla precisamente en que desean morir. Así que, si quieren hablar verdad, que no digan: "no quiero morir para hacer más méritos", sino "precisamente no quiero morir porque he hecho pocos méritos". Así, pues, para los fieles el no desear la muerte no es señal de que hacen méritos, sino indicio de que han hecho escasos méritos. De ahí que deseen lo que ahora no quieren para ser perfectos; y así ya son perfectos.
4. Acerca de lo que se dice en el Ecclesiástico de Salomón: El vientre admitirá todo tipo de alimento, aunque hay unos manjares mejores que otros 3. Es como si dijera lo que aconseja el Apóstol: Probad poco y quedaos con lo bueno 4. El paladar distingue la carne de caza; así, el corazón sensato distingue entre la verdad y las palabras mentirosas 5. Del mismo modo que la carne cobrada con el esfuerzo de la caza resulta agradable, agradable resulta también al corazón descubrir y señalar la mentira. El corazón perverso ocasionará tristeza, y el hombre avezado le opondrá resistencia 6. Es semejante a al herético evítalo después de haberle amonestado dos veces, convencido de que ese tal está echado a perder: peca, y su propio juicio lo condena 7. El de corazón perverso opone resistencia a la tristeza; la caridad de los buenos es, a la inversa, triste.
5. La mujer acepta cualquier marido, pero hay unas doncellas mejores que otras 8. La mujer que acepta cualquier marido tiene su aplicación en aquellos que dicen: Yo soy de Pablo; yo, en cambio, de Apolo; yo, por mi parte, de Pedro 9. "La doncella mejor" se aplica a aquellos que dicen: Yo, sin embargo, soy de Cristo 10. La misma idea se encuentra en el Cantar de los cantares: Es su amada en medio de las doncellas como un lirio en medio de las espinas 11.
6. Acerca de aquello que dicen los Proverbios: Hijo, si eres sabio, serás sabio para ti y para quienes viven cerca de ti; en cambio, si eres malo, tú solo cargarás con tus maldades 12. Porque la alegría que sienten los buenos hermanos por el buen hermano es una alegría buena; y la tristeza que, por amor, sienten por el hermano malo, no les resulta mala a ellos, porque también con ello agradan a Dios. De modo que sólo el malvado carga con sus propias maldades.
7. Acerca de aquello que se dice en el Deuteronomio: Si dos hermanos vivieran juntos y uno de ellos muriera sin dejar descendencia, que la esposa del difunto no se case fuera de la familia con un hombre extraño, sino que el hermano de su marido la posea y la reciba como esposa, y así está casada; y el hijo que nazca llevará el nombre del difunto, y así el nombre de éste no desaparecerá de Israel. Pero si aquel hombre no quiere recibir a la esposa de su hermano, la mujer se presentará ante los ancianos de su ciudad y dirá: El hermano de mi marido no quiere conservar el nombre de su hermano en Israel. Y los ancianos de la ciudad lo llamarán y le dirán:¿Por qué no quieres mantener en Israel la descendencia de tu hermano? Pero si él se mantuviera en su decisión y dijera: No quiero recibir a esa mujer, la mujer de su hermano, acercándose ante los ancianos de la ciudad, le descalzará una sandalia de uno de los pies (de su cuñado) y le escupirá en la cara; y respondiéndole, le dirá: Así se le hará al hombre que no edifique la casa de su hermano. Y su casa será llamada en Israel "casa del descalzado" 13. La esposa del difunto es la Iglesia que Cristo dejó en manos de los primeros fieles cuando, tras la muerte y resurrección, ascendió hasta el Padre. Para que aquélla engendrara hijos, fue confiada a los apóstoles y a los dirigentes de cada iglesia. Pues en el Evangelio Él llama "hermanos" a los apóstoles, quienes, haciéndose cargo de ella, han de procurar la descendencia, no la suya, sino la de su difunto hermano, por cuyo nombre se denominarán cristianos aquellos que, gracias al evangelio, nazcan teniendo por padres a los apóstoles. Pues en Cristo Jesús -dice Pablo-, mediante el Evangelio, yo os he engendrado 14. Y es Él quien, manteniendo el nombre del difunto, dice: ¿Es acaso Pablo quien fue crucificado por vosotros? ¿O habéis sido bautizados en nombre de Pablo? 15. Quienquiera que se negare a realizar esta obra de misericordia y no quisiere edificar la casa de su hermano para que perviva eternamente, es como aquello que dice el Apóstol: Sois edificio de Dios 16. Mediante esta imagen se recomienda que la Iglesia desdeñe a quien rehúsa tan santa y piadosa obra y considere despreciable su persona. Esto es lo que quiere dar a entender la imagen de la viuda que escupía a la cara al hombre que rehusaba ser su esposo. El que le quitase el calzado de uno de sus pies, quiere dar a entender que no caminan unidos en el vínculo de la paz. Pues escrito está: ¡Qué hermosos son los pies de los que anuncian la paz, de quienes anuncian la buena nueva! 17. Dice el Apóstol: Y calzados los pies en la empresa del anuncio de la paz 18.
8. Acerca de aquella frase: No cocerás el cordero en la leche de su madre 19. No matarás a Cristo; pues parece una profecía que advertía a los buenos israelitas que no se relacionaran con los malos judíos, por quienes padeció Cristo. La prueba de la pasión es como el fuego, según está escrito: Del mismo modo que el oro en el crisol, así los he probado yo, y los acepté como víctima en el sacrificio 20. También alude el Señor a esta idea cuando dice: Para bautizaras tengo un bautismo que vosotros desconocéis 21. Esto es lo que indica cuando afirmaba: He venido a pegar fuego al mundo 22. Juan dice: Él os bautizará en el Espíritu Santo y en fuego 23, lo que se interpreta como purificación santificadora y como prueba de amargura. También Él aludió a este fuego al ser conducido a la pasión, cuando les dijo a las mujeres que lloraban por Él que mejor deberían llorar por ellas mismas; y concluye sus palabras diciendo: Si esto lo hacen con el leño verde, ¿qué no se hará con el seco? 24. Es decir: se aconseja a los buenos que no se pongan de acuerdo con los malos para crucificar a Cristo. Pues a Él se le llamó cordero de Dios, que quita el pecado del mundo 25. De modo que no cocerás el cordero en la leche de su madre significa: "no echarás sobre Cristo el fuego del sufrimiento en el día en que fue concebido". Pues, efectivamente, se dice que sufrió la pasión en aquella fecha, es decir, el 25 de marzo; desde ese día hasta el 25 de diciembre, en que se considera que nació, se contabilizan nueve meses, comenzándose el décimo. Se considera que los pechos de las mujeres comienzan a producir leche desde el día en que conciben.
Pero hay otra interpretación más sencilla. No cocerás el cordero en la leche de su madre: no expondrás al que aún es pequeño y lactante -a ellos les dice el Apóstol: Os di a beber leche; no fue comida lo que os di 26- a una pasión anticipada. Como si se aludiera a Cristo, que puso a salvo a sus discípulos ofreciéndose en lugar de ellos con estas palabras: Si es a mí a quien buscáis, dejad marchar a éstos 27. Y para que se entendiera que ellos aún eran débiles y poco preparados para el sufrimiento, como corderos amamantados en la leche de su madre, prosigue diciendo el evangelista: A fin de que se cumpliera aquello que fue dicho: No perdí a ninguno de los que me diste. De lo que se desprende que, si aquéllos hubieran padecido en aquel momento, habrían perecido. No sufrieron entonces lo que más tarde sufrieron, cuando ya no eran "corderos de leche", sino "carneros en el rebaño".